lunes, septiembre 10, 2007

Desértica

Vago entre las dunas
Y miro el vaho del suelo
Disfruto de invisibilidad
Mientras invento el oasis
Con trazos salidos de cuentos

Nada perturba el momento

Camino sin prisa, sin rumbo
Como quien devora el crepúsculo
Convertida en flor de arena
Con el vientre cargado de llamas

Nadie advierte la hoguera

Estalla la calma
Derramada en palabras quietas
Sobre las sábanas albas
Que cubren la cama de sol y tierra

Soy eterna en el desierto
Vestida de sal y de fuego

1 comentario:

Karol Arcique dijo...

intensidad y calma, eso me transmiten tus versos, así como el mar, hermoso, también...

abrazos